jueves, 27 de agosto de 2009

El mar me llama...

Mientras el mar rugía furioso
y la calma precede a la tempestad...
las nubes se levantaban
y el cielo empezaba a tronar.

"Ni había rastro del sol
ni las olas iban a parar"
Pensaban en el navío
de aquel viejo capitán.

El agua por la borda,
las velas sin hizar,
¡el barbo se hundía!
No se iban a salvar.
Y sabiendo lo que tocaba
y que ya no quedaba más...
El capitán abrazó su destino,
dejando de respirar.

Sobresaltado, ¡abrió los ojos!
Ni si quiera estaba en alta mar...
Era otra pesadilla
de la que no pudo escapar.
Ahora, tendido en la cama,
y sin saber muy bien qué pensar...
dejó que el sueño le invadiera
y volver así a su hogar...

El mar le estaba llamando
y él debía regresar.

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