miércoles, 22 de julio de 2009

Recuerdos de Vicky, 3.


Tan temprano y ya hacía tanta calor…me encantaba el verano, pero aquello no podía ser normal.
- Tsk…estúpido calentamiento global…-mascullé, golpeando la primera piedra que se cruzó en mi camino.
Volví a pensar en lo interminable que se me hacía el camino hacia casa de Lilly, pero al fin y al cabo recordármelo solo servía para empeorar las cosas. Así que me dispuse a escuchar música y a pensar en cosas más llevaderas…
Esa misma tarde, había planeado una de esas fiestas del milenio…pero a mí manera. Bueno, al menos yo me había esforzado en que lo fuera. Iba a haber todo lo que tenía que haber…comida, decoración, buena música…solo me faltaba una cosa, y era la que más miedo me daba.
Gente. Necesitaba mucha gente.
Me di cuenta de que empezaba a notar esa opresión familiar en el pecho, y decidí dejar de atormentarme con preocupaciones y ponerme manos a la obra. Estas últimas horas las iba a dedicar a mi total descanso, con Lilly.
Aunque llamar descanso a estar un rato en compañía de Lilly….sinceramente, podía llamarse de todo menos eso. Esa chica parecía estar hecha de pilas duracell.
En fin, entre tantas cavilaciones, acabé llegando a su casa.
Llamé al timbre con un suspiro, preparada para lo que solía llamar “el salto del oso”.
Pocos segundos después escuché los pasos de alguien corriendo dentro, que habría precipitadamente la puerta y se abalanzaba a…al suelo.
- Vicky! .- se quejó mi amiga, con un berrinche.- no tendrías que haberte apartado…jo.
- ¿y enfrentarme de nuevo a uno de tus abrazos de oso?- me reí. - Será mejor que te sacudas esa ropa.
- Me las pagarás…- prometió sonriendo.
- Sí, si, si.- le pasé un brazo por el hombro.- bueno, ¿qué toca hoy?
Me temí lo peor. Había sacado su sonrisa número 6. La siniestra.
- Es un secreto.
- ….Lilly, no voy a permitir que vuelvas a coger un coche.- la advertí.- ni que le eches a nadie globos de agua o utilices un mechero y un bote de laca como lanzallamas.
- Lo dices como si fuera algo malo…
- ¡incendiaste tu cocina! -repliqué.
- Pero fue una prueba puramente científica. Quería saber si funcionaba el extintor.
- No tienes remedio…
Se rió. Claro que no lo tenía. Era lo que más me gustaba de ella.

Eran ya las cuatro de la tarde y había vuelto de otra de mis aventuras con Lilly. Esta vez se había portado relativamente bien, había que reconocerlo.
No me dijo a dónde nos dirigíamos hasta que ya pude deducirlo yo sola, y para entonces, ya era tarde para retroceder:
- ¿a la plaza del centro? .- pregunté extrañada. Era sábado, día de mercadillo, y aquello estaba lleno de gente.- ¿en eso consistía tu plan maquiavélico? ¿en ir de compras?
Se rió ruidosamente mientras sacaba dos folios de uno de sus bolsillos. Me entregó uno. Me quedé helada cuando leí lo que ponían.
- No.- respondí.
- Sí.
- No.
- Sí.
- …
- ¿ves?
Suspiré. “Free Hugs”, decía. Si había alguien en este mundo que me ganara en cabezonería era ella. Volví a leer el folio con el aliento contenido y notando que estaba volviendo a sonrojarme, como cada vez que tenía que hacer algo en lo que me consideraba vulnerable y tenía que exponerme a los juicios de otras personas.
- Oh vamos.- dijo palmeándome la espalda.- Seguro que te diviertes! Además, me lo debes, te he ayudado mucho para lo de esta tarde.
Volví a suspirar.
- Está bien, está bien…-respondí, reticente.- pero solo un rato.
- Dos horas.- zanjó.
- Media hora.- zanjé.
Me echó su mirada de ojos entornados.
- Una hora y media.- volvió a responder.
- 45 minutos, y es mi última oferta.
- Ya te arrepentirás luego…- resolvió sonriente.- Bueno, ¡manos a la obra!
- ¿y cómo se supone que empezamos?
- Extiendes el folio delante de ti y te abalanzas sobre el primero que pilles.
- …
El resto ya os lo podéis imaginar. Al principio la gente nos miraba raro, y hubo un par de ancianas que pensaron que íbamos a robarles, pero quitando esos ligeros contratiempos la verdad es que fue divertido. Incluso se nos unieron un par de chavales de nuestra edad. Creo que más que nada estaban allí por nosotras, pero como no estaban demasiado mal…digamos que no objeté nada.
Coincidimos en volver a hacerlo otro día con el resto de nuestros amigos y en un sitio con más gente, y ya estábamos deseando que ese día llegara. Mientras tanto, ya solo quedaban dos horas para la gran fiesta y mis nervios habían hecho que mis uñas desaparecieran. Ya era la tercera vez que Lilly intentaba pintármelas.
- Vicky, o paras de moverte o te ataré con cinta adhesiva. .- dijo con voz extremadamente suave.
Tragué saliva y asentí efusivamente.Era consciente que sería capaz de hacerlo. Estábamos en su cuarto, yo intentaba centrar la mirada en algún lado para poder distraerme. Vi el póster de Victoria Francés que yo le había regalado el año pasado, y me quedé mirándolo. Realmente me gustaba ese póster.
- Ya.- resolvió ella.- ahora intenta que se sequen.- me reprochó.
- ¿te las pinto yo a ti?
- ¿con tu pulso epiléptico? Bueno, puedes intentarlo.
Pasamos las dos horas que nos quedaban arreglándonos y demás, pero con cada segundo que pasaba yo notaba cómo los nervios se apoderaban de mí.
Entre una cosa y otra decidimos marcharnos ya, y emprender camino a la fiesta. La decoración estaba puesta desde el día anterior, por si se olvidaba algo que hubiera tiempo de repararlo. Técnicamente ya debería haber gente esperándome, pero como siempre, mis chicos llegaban tarde.
- No te preocupes, ya sabes cómo son.- dijo Lilly, con el fin de tranquilizarme.- por eso quedaste antes con ellos.
- Sí, supongo que tienes razón. Será mejor que entremos.
Abrí con la llave maestra y entramos. Ella no había visto antes la decoración así que me fijé en su cara para ver cómo reaccionaba. Se le iluminaron los ojos.
- Dios mío…qué brillante está todo. – me lo tomé como un cumplido.- ¿lo has hecho tú sola?
- Sí. Quería sorprenderos a todos…
- Pues lo has conseguido, por lo menos conmigo.- sonrió.- será perfecto, ya lo verás. Y si no, que les den a todos.
Sonreí.
- ¿crees que Ann se habrá acordado de traerse la música?.
- Sí, seguro que sí. Se le suelen olvidar muchas cosas pero…seguro que sí.
- No pareces muy convencida…
- Que ya verás como no se le olvida, Vicky.
Justo cuando iba a responder, llamaron a la puerta.
- ¡Heeeeejey!!
- Es Will.
Me apresuré a abrir la puerta.
- ¿pero qué te has hecho en el pelo? – le pregunté cuando conseguí soltarme de su abrazo.-
- Ah, me lo hizo tu madre. ¿A que me queda bien?- mi madre era la peluquera real del grupo de amigos. Tenía por lo menos tres tonalidades distintas entre rubio y cobrizo. La verdad es que le quedaba bien.
- Estas horrible.- respondí.- anda, entra.
- ¿y los demás? Ah, Lilly, hiii.
- ¡Hola Will! Te queda bien lo del pelo, no la hagas caso.
Poco a poco fueron llegando el resto de mis amigos, y otros que no eran tan amigos pero que no me importaba que fueran. La verdad es que había invitado a media ciudad…(y habría invitado a la otra mitad de no ser porque estaba de vacaciones).
En fin, qué puedo deciros. Hubo de todo.
Cuando por fin llegó Ann 45 minutos tarde, pusimos la música y la gente empezó a moverse.
Dave, un conocido, me sacó a bailar unas 3 veces. La verdad es que el chico no estaba mal, pero no era mi tipo. También bailé con algunos amigos, amigas, y sola, que por qué no. Pero cuando pasaron solo un par de horas empecé a notar la decepción. Lilly fue la primera en darse cuenta de que mi ánimo no estaba tan bien como debería.
Me sacó de la pista y, saltándonos la cola que había para los refrescos, nos hicimos con un par.
- ¿es por Jacke?.- me preguntó.
No hacía falta ser muy listo para saberlo, la verdad.
- Me dijo que vendría…-susurré.
Ella me dio un fuerte abrazo, pillándome por sorpresa.
- Él no es muy dado a las fiestas, lo sabes. Y quién sabe, queda mucha fiesta por delante, a lo mejor viene después.
La miré escéptica.
- Vale, es poco probable, pero tienes que intentar olvidarte hoy de él. Si no ha venido él se lo pierde, ¿sabes cuántos chicos han intentado tirarte los tejos hoy?.- me dio una colleja.- Espabila.
Riéndome sola por mi estupidez, la abracé. Esa chica siempre me hacía reír. Solté las bebidas, me aproximé al grupo con el que estaba Dave (rodeado por unas tres chicas). Pasé por delante suya, le miré, y seguí mi camino. Cinco segundos después me había cogido de la mano y me preguntaba que si quería algo de beber.
- Sí, lo cierto es que tengo algo de sed. – respondí.- ¿te importa…?- puse mi cara más inocente (es la misma que utilizaba cuando mi madre me regañaba por algo que sabía que había hecho yo y no el perro) .
- Claro que no, por ti lo que sea.
Se fue por las bebidas. Eché un ojo a donde estaba Lilly, bailando desenfrenadamente con una chica hindú que era nueva en la zona. Ella me sonrió, divertida. Le señalé con la mirada a Dave, que estaba haciendo cola por unas bebidas, y vi cómo ella solita se desternillaba en la pista.
La puerta de la entrada volvió a abrirse, pero esta vez me negué a mirar. Estaba harta de comprobar que el que entraba no era nunca Jacke.
Así que mantuve la vista fija la pista, intentando memorizar cada cosa que veía. Will tenía una forma curiosa de bailar…Ann y Shad…bueno, eran demasiado vergonzosos como para bailar juntos, así que cada uno iba por un lado. Qué tontería. Ya veríamos que hacían cuando sonara la canción lenta que les había colocado.
La verdad es que se veía que la gente se lo estaba pasando bien. Todos mis amigos estaban allí…o por lo menos su gran mayoría. Suspiré.
-¿ya estás suspirando otra vez? – me preguntó una voz a mi espalda.
Reconocí esa voz, sorprendida. Con una media sonrisa en la cara me di la vuelta, y allí estaba él.

Recuerdos de Vicky, 2.


- ¿el morado o el rojo? .- pregunté.
- mmmm.....yo creo que el rojo te sentará mejor, pero el morado es también precioso...-suspiró Ann.
- ¿entonces el rojo o el morado? .- iba a acabar histérica.
- ¡chicas! ¿aún seguís con estos dos? .- suspiró Lily- Vicky es obvio que el rojo te quedará mejor, el otro también es bonito pero lo que quieres es deslumbrar, acuérdate. - me regañó.
- ok, ok...entonces el rojo. sonreí, me gustaba la elección.
Justo en ese momento oímos los gritos de Will, que llegaba tarde y nos contaba otra de sus ánécdotas (esas de las que solo le pasan a él).
- ¡te lo juro! ¡Era un gato verde!- le contaba a Shad.- Como no sabía si tenía que cruzarme o no de acera he tenido que dar un rodeo enooorme....y por eso llego tarde. - sonrió.
Shad estaba riéndose (qué otra cosa podía hacer) Cuando salimos de la tienda, a mi querida Lilly no se le escapó un comentario voraz:
- ¿que no sabías si tenías que cambiarte de acera? .- preguntó, toda inocencia.- ¿no habíamos quedado en que eras bi?
Ann y yo no pudimos contener la risa al ver la cara de Will. Todo un cuadro...la boca abierta, los ojos inquisidores y el flequillo quitándole media cara. Odiaba ese flequillo, se veía incómodo incluso desde fuera....En fin, ése era Will.
- ¿qué habéis comprado? - preguntó Shad, para cambiar el tema disimuladamente.
Ann se apresuró a responder por mí.
- Lencería.
- un vest.....qué?!.- la miré mal. Antes de que pudiera replicar, Lilly ya le seguía la jugada.
- negra. Lencería negra.- movió las cejas intentando dar a entender cosas....enm...ella se entendía.
Puse mi cara de mala leche, volvían a aliarse contra mí. Justo cuando Will iba a vengarse a mi costa, seguramente con algunos de sus comentarios, aparecieron Ice y Jacke.
Nuevamente volví a sentirme intimidada ante gente tan alta. ¿Por qué tenían que ser tan altos? No lo entendía. Un vez tuve un sueño en el que pensaba que la gente alta podía verle los pensamientos a los más bajitos. Rídiculo. Totalmente Ridículo. Bah.
...
El caso es que después de unos saludos por fin estábamos todos, y no tardamos en quedarnos charlando en pleno pasillo del centro comercial.
Mientras yo saludaba a los dos nuevos oí cómo Ann y Lilly se metían de nuevo con Will, y cómo Shad se reía mientras la masa que tenía de pelo le tapaba el rostro, eligiendo música en su i-pod. Qué poquito iba a durarle la tranquilidad.
En cuanto me aburrí de estar allí parada cogí a las chicas, les aconsejé a los chicos que se dieran prisa y nos lanzamos a dar...una vuelta. O dos.
Tres. Las que fueran necesarias, todo fuera por el bien de nuestra imagen.
- ¡mirad! .- exclamó Ann, parándose y señalando la tienda de nuestra derecha.- ¡una tienda de lencería!
- anda, una de verdad.- dijo asombrada Lilly, ante lo oportuno de la aparición.
Yo me callé por respeto a los niños pequeños que pudieran estar oyendo. Siempre me la jugaban...pero ya me vengaría. Igual que de mi madre.
- está bien, entremos.- dije.
Lilly paró de hablar y se me quedó mirando. Parpadeó. Ann hizo otro tanto.
Por Dios, que no era para tanto, solo era una tienda de lencería.
- ¿estás segura de lo que dices? .- preguntó Lilly, intentando pillar el truco.
- Sip.
No esperaron a recapaticar, como yo ya sabía, y entraron directamente. Por una vez que quería probar algo distinto y desconfiaban...Criar amigas para eso. Bah.
Ann se ilusionó como siempre y empezó a decir artículo por artículo si le gustaban o no y los defectos que tenían. Lilly se medio reía y miraba a ver qué le convencía. Así que empecé a ver yo también, que por qué no.
Mmmm...había un conjunto muy mono a la derecha...
- ¿Vicky? .- me dijo una voz inocentilla a mis espaldas. Era Lilly, me miraba con el Mode Angelito On. Uy, uy, uy....algo quería.
- qué.- repliqué, mirándola desconfiada.
- ¿sabes que estás muy guapa hoy? Pues sé qué te pondría más guapa. - respondió, antes de que yo pudiera hacer nada.
Miré a mi derecha y allí estaba Ann, con lencería negra en una mano y su carita de angelito puesta.
¿ pero es que no me conocían ya? Yo era inmune a esas miradas. Las inventé yo.
- No.- simplemente.
- p-pero...-Lilly me hizo morritos.
Mientras me preparaba para decirle más alto (porque más claro no se podía) que no iba a ponerme ESA COSA....Ann me echó las manos encima.
Justo en ese momento, la puerta de la tienda se abrió, dejando paso a Jacke, Shad, y al resto de la corte.
Bien. Puede que la palabra incómoda se quede corta para describir lo que sentí.
¿Vergüenza? Sí, pero algo más...mmm....ah, sí. Ansias asesinas. ¡Quería cargarme a Ann!
- ¿pero qué...-medio preguntó Jacke, que se hacía la misma pregunta que todos los que entraron.
Me quité a Ann de encima, y sabedora de haberme puesto roja como un tomate, le tiré el conjunto en la cara, la miré mal de nuevo, y salí de la tienda. Así aprendería. Jum.
Por supuesto, no me atreví a alzar la mirada del suelo en un buen rato.
Pero con estas dos, al fin y al cabo, había pasado cosas peores.
No tardaron en seguirme tras la puerta Ann y Lilly, "suplicándome" que no las dejara a medias. Oh, perfecto, ahora medio centro pensaría que nos habíamos montado una juerga en plena tienda de lencería. Oí cómo los chicos reían y me encaré al grupo.
- ¡sois una panda de adolescentes insesibles y vuestras madres no os quieren!.
- hablando de madres.- intervino Ice.- ¿qué tal está la tuya?
Nunca pude entender su afán por las "maduritas", como él las llamaba. Ni cómo podía escuchar coplas en su tiempo libre...se escapaba a mi alcance.
Suspiré.
- Ann, Lilly.- dije, seria.- más os vale compensarme con chupachups o no volveréis a ver mis apuntes de historia en lo que queda de curso.
Se quedaron en silencio.
- ¿de qué lo quieres?- preguntó Lilly, mientras Ann corría al kiosko.

...........................................


- aa yo quiero!.- exigió la Jirafa que tenía por amigo.- ¡vamos a entrar Vick, venga, que lo estás deseando!
- no pienso pasar mi tarde del viernes en una Iglesia, Ice, no seas pesado.-de verdad, jamás entendería la extraña afición que tenía ese chico por lo antiguo.
- eres una malaje, ¿te lo han dicho alguna vez?
- a mí no me eches la culpa de que seas un antisocial.- bromeé.- como supuse, demasiado pija.
- ¿ahora ya me cambias de sexo directamente?
- Ice...me refería a la tienda.
- sí, creo que deberíamos volver.- dijo disimuladamente, encaminándose a la salida.
Cuando llegamos Ann y Shad estaban de nuevo abrazados, y Lilly le rebatía a Will sus gustos musicales.
Ni rastro de Jacke.
- ¿mmm?- le pregunté a Lilly.
- le ha llamado su hermana, ha tenido que irse.- dijo con una media sonrisa intentando consolarme.
- ¿por qué no se ha despedido?.- pregunté, medio mosqueada.
- ya sabes cómo es, no se lo tomes en cuenta.- apuntó Shad.- ¿os apetece tomar algo en el Starbucks?- ¿por qué todos se empeñaban en intenatar animarme? Yo estaba bien.
Medio asentí mientras me acoplaba al grupo y retomaba mi conversación sobre filosofía con Shad. Me encantaba ese chico, tenía respuestas para todo. Entramos y nos sentamos en la primera mesa libre que vimos.
- así que técnicamente, según yo, mis circunstancias, y el Dios Sócrates, no sabemos nada de nada.
- yeah.- exclamó Will por detrás.
- aquí tenemos a uno feliz de ser ignorante.- repuse, para picarle.- bueno, yo quiero una pepsi, ya puedes ir por ella, Britney.- así llamaba a Will por su pedazo melena rubia. Se mosqueó pero no fue capaz de resistir el Mode Angelito On de Ann y Lilly, así que no tardó en pedir por todos.
Seh, para eso servía criar amigas.
- ¿nerviosas por lo de mañana, chicas?.- preguntó Ice, con su sonrisa "cool".
- siiii.- respondió Ann, abrazándose a Shad cariñosamente, aunque más bien se la diría ilusionada.
- claro que no, es solo otro más.- repuso Lilly, aunque sonrió, también ilusionada.
Por fin, por fin íbamos a ir todos juntos.
- ¿y tú, Vicky?..- me preguntó Shad, mientras Will llegaba ya con las bebidas, siguiendo el hilo de la conversación.
- sí, y no. - me miraron con extrañeza.- No creo que haya un solo salón del manga que no me ponga nerviosa, y menos este, el XI Salón del Manga de Jerez...pero por otro lado....- reflexioné, bebiendo un sorbo refrescante.- vamos a ir todos. Todos. -sonreí.-... y estaremos bien.

Recuerdos de Vicky, 1.


Hoy una vez más vuelvo a casa. Mmmm....recuerdos...parece como si no hubiera pasado tanto tiempo... Hacía tantos años que todo había ocurrido....recuerdo que....

.....40 años antes....


- ¡ por Dios qué frío hace ! .- protesté, acurrucándome entre las sábanas.
- nena, llegas diez minutos tarde y te recuerdo que hoy tienes examen. Despierta ya.- dijo mi madre, imperiosa, mientras me quitaba mis preciadas mantas de encima.
Refunfuñando me vestí al lado de la estufa y comí lo primero que pillé, me despedí de mis chuchos y mis tortugas, (de mi madre no que era una malaje), y salí pitando al instituto.
Iba tarareando la canción del mp3, Never Alone de Barlow Girl...cuando me dio por mirar el reloj...llegaba media hora antes de la hora!! Desde luego, mi madre era una arpía. Grrrrr.....tenía que trazar un modo de vengarme.
Pocos minutos después ya tenía trazada una estratagema. Muahahahahaa. Iba tan feliz por la calle, (que estaba vacía) que no me di cuenta de que había GRITADO mi risa malvada. Mmmm....¿me habia oído alguien? Me di la vuelta, nadie. Enfrente, nadie. Fiuu.
- ¡eh tú!
Miré hacia arriba, cofundida. Alguien me hablaba desde un balcón pero no pude ver su rostro, el sol me daba en la cara.
- sí, la loca que habla sola. - le reconocí.- espera, bajo.
Uff....menos mal que se trataba de Jacke (que ya se conocía todo mi repertoro de risas) porque lo habría pasado mal de ser otra persona.
- ¿no vienes un poco pronto? .- me dijo, nada más llegar.
- hola a tí también. Mi madre me engañó con la hora -.-
- lo suponia. Bueno, te vendrá bien para repasar.
- ¿pretendes que saque el libro de mi mochila? Que fé tienes.
- jajajaja....supongo. - esa risa...me volvía loca. Aish.

Estuvimos hablando de más vanalidades hasta llegar al instituto, que estaba cerrado. De nuevo.
Mientras esperábamos, fue llegando la gente. Nosotros nos fuimos al rincón donde nos esperaban los nuestros, Ann, Shad y Lily.
Cuando llegamos, oí que que Lily le decía a Shad:
- me debes cinco pavos.
- tsk.- protestó éste, sacando un billete de sus pantalones y entregándoselos a Lily.
- ¿qué habéis apostado esta vez? - pregunté, oliéndome la respuesta.
- él creyó que Ann llegaría después que´tú, porque hoy hay examen.
- cuando hay exámenes te quedas hasta tarde - siguió Shad.- y sueles despertarte después.
- su madre la engañó con la hora.- se me adelantó Jacke.
- ¿y tú apostate por mí, Lily?
- xip ^^
- ...yo no lo hubiera hecho.- dije.- ha sido muy poco probable...oye esto me da qué pensar. Yo n le dige a mi madre que hoy tenía examen.
- ....jeje.- respondió Lily.
- ¡ la llamaste para que me despertara? ¡Lily! ¡Sabes que aprecio mis horas de sueño! .- me lamenté haciendo pucheros.
- mira el lado positivo, así podrías repasar más tiempo ^^
- -.-"
Justo cuando Shad iba a reclamar sus 5 euros porque ella había echo trampas, llegó Ann.
Asfixiada por venir corriendo, como siempre:
- ¡lo siento! es que me encontré una araña en el cuarto de baño y....
Tocó el timbre.
Medio en crisis porque el examen era a primera y medio en crisis-psicótica porque era un Global de Filosofía, cogí aire, arrastré a Lily y entré en ese antro llamado instituto.

Llegó la hora del examen.
Yo me sentaba atrás del todo, Ann a mi derecha dos sitios más adelante. Lily en primera fila para poder fijarse bien en...los maestros. Nunca lo comprenderé. Qué chica más rara.
Shad y Jacke estaba en otra clase, así que no pudieron desearme BUENA suerte. Sí, mejor especificar, que luego suspendo y esas cosas.
Yo estaba literalmente royendo el capuchón del boli.
<< A ver, relájate, respiiiiiira.....no no tan rápido. Eso es...a ver....idealismo platónico...platónico..eso es de Platón. ....aaaaaaaaaaggghhhh!!! - mi capuchón voló por los aires.- fu fu fu.....que sí que eso es lo de los Dos Mundos...sí ya me acuerdo!! >>
Más relajada esperé que llegara el examen a mi sitio. Vi que Ann me guiñaba, no se la notaba nada nerviosa. Vvvvvv....y Lily me sonrió, estaba sudando la pobre...creo que se rió porque yo estaría más o menos igual. Probablemente, peor.

¡Por fin mi examen!
Primera pregunta: chan chan chan.....dualismo platónico!! Muhahahahaha!! Bien, eso me lo sé.
Comprended que mi memoria es limitada y no recuerde todas las preguntas. Solo sé que justo cuando lo entregué estaba temblando de pies a cabeza y casi vomito sobre la pobre Ann.
Cuando Lily acabó (un cuarto de hora después), me dijo.
- Ufff...¿pillásteis el truco de la primera pregunta? Menos mal que me di cuenta a tiempo...
- ýo tenía el tipo B, ¿tú cuál tenías? -preguntó Ann
- el A.- respondimos las dos.
- entonces -continuó Lily.- ¿lo viste?
Yo, en crisis de nuevo, respondí:
- ¿P-Platón...?
- si, pero no idealismo, dualismo!
- ...
- ....ups.
- enm....-respondí.- tenéis algún cuchillo por ahí? ^^

No os preocupeis, acabe superándolo. Aunque...uff.....me llevó mucho tiempo.
De todas maneras, era un día en que no quería estar triste. Era viernes.
Después de una hora insufrible de matemátics y una peor de literatura, llegó el ansiado recreo. Y menos mal, porque me moría de hambre. Así que...saqué mi chupachups.
Como siempre, los chicos y yo nos fuimos a "La Colina", una pequeña protuberancia del terreno situada al lado del laboratorio 2 en la que nos gustaba reunirnos a la sombra.
Pero como hacía frío, me quedé en el rinconcito en el que había sol.
- ¿cómo se puede ser tan friolera? - preguntó Ann, que estaba en tirantas y enseñando escote.
- tu problema es que estás muy caliente.- salí en mi defensa, mientras Lily y Jack se reían y Shad la abrazaba cariñosamente.
- oye! - replicó. Pobrecita...era más pava.
Me dio por mirar la hora de nuevo (el tiempo era mi perdición, un día lo sabría). Quedaba un cuarto de hora de recreo.
- ¿qué tal fue el examen? - preguntó Shad uando Ann le dejó la boca libre. Puajjj...
- ni mal ni bien.- respondió Ann, despreocupada.
- como siempre.- añadió Lily, que tenía la vista perdida entre la gente. Eso significaba que estaba por venir otro sobresaliente.
- ...ai.- fue mi respuesta.
Shad intentó animarme... pero fue la mirada de Comprensión de Jacke la que me quitó de preocupaciones.
- ¡mira Vicky! .- me llamó Lily, cogiéndome del brazo y girándome hacia un grupo de chicas que estaba junto al campo de baloncesto.
- ¿qué, qué pasa?
- ¡fíjate en la rubia! ¡la de las gafas verdes! - siguió exclamando, fuera de sí.
- ¿qué le pasa? .- me temía una de las suyas.
- ¿has visto qué culito tiene??
- Lill -.-
- es verdad...jo.....¿crees que será lesbiana?....grrrr...mira qué contoneo...
- Ejem.- dijimos todos a la vez, que ya la conocíamos.
- no te preocupes, Ann.-continuó Lily.- en pecho solo ganas tú ^^
- ¿por qué yo? - se lamentó la nombrada.
- síp. Shad, un día de estos...me la quedaré para mí....jijijiji....
Yo disimulé una sonrisa, puesto que sabía que este finde semana íbamos a hacerle una fiesta sorpresa a Ann por su cumpleaños.
- bueno, hoy por fin acaban los exámenes.- dijo Lily, cambiando de tema drásticamente. A veces pienso que tiene un trastorno de la personaliad...
- ¡SI! - no pude evitarlo.- ¡Muhahahahahahah!
- mírala qué contenta....-comentó Lily.-...y eso que ha suspendido filosofía...aish, es como una niña pequeña.
- (...) hahahahaha! eh? ...................................................
- ^^
- ¿hacéis algo por la tarde? - preguntó Shad.- podemos ir al centro a dar una vuelta...
- ¡siiiiiiiii! -respondió Ann colgándose de su cuello.
Yo miré a Lily y las dos sonreímos, asintiendo. Centro. Mmmmmmm....qué ganas.

El timbre volvió a sonar , pero esta vez no me invadió el agobio. Volví a recordar, como siempre que me sentía mal...que había cosas por las que luchar.
Además, esta tarde íbamos al Centro!! Según lo veo yo, las cosas están así:
Centro= ir de compras.
Ir de compras = nuevo look.
Nuevo look = más belleza.
Más belleza = más posibilidades de gustarle a Jacke!!
Muhahahahahhaah!!!

jueves, 2 de julio de 2009

Neruda

http://www.youtube.com/watch?v=gQwlOKy_xyQ


Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.